En
los últimos dos informativos semanales habíamos editado sendas notas
que intentaban abordar la problemática de cual podría llegar a ser el
futuro del mercado de granos en Argentina. Inicialmente nos habíamos
formulado dos preguntas: ¿hacia dónde puede dirigirse el mercado de
granos de la República Argentina en los próximos años? ¿Cuáles podrían
ser las tendencias futuras de la comercialización de granos en nuestro
país?
En
la primera nota expusimos sobre el convencimiento de que el mercado
físico de granos que opera en Rosario habrá de continuar operando en el
futuro. En la segunda nota analizamos los posibles efectos
sobre el mercado de granos de la nueva Ley de Mercado de capitales la
N° 26.831 que dispuso la "desmutualización" e "interconexión de las
plataformas" de los distintos mercados. Allí evaluamos las posibilidades
de que numerosos corredores de cereales y firmas de acopios, cumpliendo
las normas y exigencias fijadas por la CNV, puedan avanzar en el
ofrecimiento -a los productores agropecuarios- de diversas estrategias
multiproductos. Estas estrategias consistirían en la combinación de
productos agropecuarios y financieros tales como: a) Ventas de granos en
el mercado físico de granos, b) Operaciones de canje, c) Futuros de
soja, maíz y trigo con o sin delivery, Futuros de soja y maíz Chicago,
Futuros de Oro, dólar y petróleo, Futuros de bonos con delivery,
Futuros de índice MERVAL, Títulos valores de renta variable y renta
fija, Lebacs y Nobacs, Fondos Comunes de Inversión, Cheques de pago
diferido, cauciones, etc.
Nuestra
idea es emitir dos notas más sobre esta temática. En esta tercera
edición, analizaremos otros factores que pensamos podrían llegar a
impactar en el futuro en el mercado de granos. Ellos son:
a)
la firme posibilidad de que crezcan las demandas de especialidades para
exportación y mercado interno y que hayan crecientes requerimientos de
calidad en granos.
b)
la idea de que se verificará un crecimiento en la operatoria de
derivados agropecuarios en los dos mercados de futuros argentinos (ROFEX
y MATBA).
c)
El impacto de nuevas herramientas informáticas en la comercialización
de granos viendo el caso del reciente desarrollo de Rofex en las
"plataformas de acceso directo".
Empezamos con la primera.
a)
Podría haber mayores demandas futuras de especialidades para
exportación y mercado interno y crecientes requerimientos de calidad.
En
la actualidad, las exportaciones argentinas de poroto de soja, maíz,
trigo y otros granos están organizadas bajo un criterio estandarizado de
comercialización de commodities. Cuando hablamos de commodities nos
referimos a productos homogéneos, sin mayor identificación, con un largo
ciclo de vida, de escaso valor agregado y bajo margen de contribución.
Se comercializan normalmente en importantes volúmenes, ya sea como
insumos para la industria o para mercados masivos.
Los
mercados de commodities son -por lo general- abiertos, impersonales y
operan tomando precio (como nos sucede habitualmente con el Mercado a
Término de Chicago). Existe por lo general un fuerte riesgo de mercado y
están sujetos a intervención estatal, tal como observamos en Argentina.
En
el futuro, es muy probable que Argentina vaya orientándose
crecientemente hacia los mercados de especialidades, sin descuidar los
"commodities". Supervivencia y una búsqueda de mayor rentabilidad
orientarán a muchos productores y agentes comerciales hacia la
producción de especialidades. Cuando hablamos de especialidades nos
referimos a productos diversos tales como: maíz pisingallo, maíz
colorado (destinado fundamentalmente a la elaboración de cereales para
desayuno), maíz no transgénico, sésamo, girasol alto oleico, girasol
confitado, chía, cártamo, sorgo con bajo tanino, poroto alubia,
garbanzos, etc.).
Las
especialidades por lo general son productos diferenciados, con
identificación, de alto valor agregado y ciclo de vida corto. Se
comercializan en bajos volúmenes y para ciertos consumidores o segmentos
específicos de mercado. Se trata de mercados cerrados, donde se "forma
el precio" con un gran interdependencia entre compradores y vendedores.
Existe en ellos riesgo contractual por la posibilidad de incumplimientos
y operan con fuertes componentes de promoción y marketing. Se busca
brindar un producto que deleite al cliente y por lo general se "produce
lo que se vende".
En
estos mercados "de nicho", los productores agropecuarios se ponen de
acuerdo con la industria o los exportadores mediante contratos o
convenios de producción puntuales, los cuales hoy -en su gran mayoría-
no se registran en las Bolsas de Cereales o de Comercio. La registración
de estos contratos podría llegar a concretarse en el futuro en la
medida que estas entidades den a estos negocios puntuales servicios
necesarios como: análisis específicos de calidad, certificaciones de
calidad para exportación, control en la propia chacra de las modalidades
productivas definidas en el convenio de producción, seguimiento de las
cláusulas contractuales, tribunal de arbitraje, etc. Se trata de un gran
desafío para las Bolsas de comercio y cereales del país.
Es
muy probable que esta mercadería no se negocie en el futuro por el
mercado físico de granos de Rosario o por ROFEX o MATBA en futuros con
delivery. El corredor de cereales puede llegar a ganar comisiones en el
futuro al colaborar en el acercamiento de compradores y vendedores.
Difícil es saber si la fidelidad del productor será eterna y si una vez
armada la relación con el comprador, optarán o no, por utilizar los
servicios del corredor.
En
síntesis, es muy probable que el mercado tienda a diversificarse y
exigirá no sólo volumen sino también calidad. Se avanzará probablemente
en la segmentación por calidad en el mercado de trigo, una asignatura
pendiente del agro argentino. Reiteramos. Este fenómeno de
especialidades no parecería que va a favorecer a los mercados
institucionalizados (físico o de futuros) en el futuro, quienes tendrán
muchas dificultades para que la mercadería se negocie en su recinto o
por sistema electrónico (futuros con delivery).
b)
Se verificará un crecimiento en la operatoria de derivados
agropecuarios en los dos mercados de futuros argentinos (ROFEX y MATBA).
Argentina
cuenta con dos importantes mercados de futuros agropecuarios y
financieros: ROFEX y MATBA. ROFEX fue fundado en Rosario en 1909 con el
objetivo de negociar contratos de futuros y opciones agropecuarias y
permitir la cobertura del riesgo precio. Hoy ocupa una posición
relevante a nivel mundial. Se ubica -casi todos los años- cerca del
puesto Nº 27 a nivel mundial en el ranking de FIA (Futures Industry
Association) sobre 78 mercados de futuros en todo el mundo.
Pero
el importante volumen negociado por ROFEX surge principalmente de las
operaciones de la división financiera con su producto estrella: "el
dólar futuro". Este producto de gran negociación ocupo el noveno (9°)
lugar en el ranking de los contratos de futuros de moneda más negociados
a nivel mundial en el 2014. Negoció casi U$S 66 mil millones en el
ejercicio cerrado al 31/7/2014.
En
derivados agropecuarios, en cambio, la operatoria de ROFEX y MATBA es
bastante reducida. Miremos el caso de ROFEX. El total de toneladas
transadas en todos los derivados agropecuarios comercializados vía ROFEX
en el ejercicio anual cerrado al 31/7/2014 alcanzó apenas a 5,3
millones de toneladas. En el año 2013, ROFEX había operado futuros y
opciones agropecuarias por 10 millones de toneladas aproximadamente,
correspondiendo a las operaciones con delivery (entrega física de la
mercadería) cerca de 880.000 tn.
El
Mercado a Término de Buenos Aires operó en el año 2013 en futuros y
opciones agropecuarios cerca de 30 millones de toneladas. Sumando la
operatoria de los dos mercados argentinos en el año 2013 totalizaron
cerca de 40 millones de toneladas transadas en este rubro.
En
el 2014 y en lo que va del corriente año se observa una fuerte caída en
la operatoria de futuros agropecuarios en Argentina. Esto obedece a la
caída de la comercialización de granos en general (que impactó sobre los
futuros agropecuarios) y algunos cambios en las modalidades comerciales
como ha sido la renuencia de algunos exportadores de peso a comprarles a
los denominados "correacopios", habiendo sido éstos quienes operaban
fuertemente en futuros en el año 2013 tanto para conseguir la mercadería
como para su venta posterior (delivery), al margen de otras
operaciones.
Si
comparamos Argentina con la operatoria del mercado de referencia de
Chicago (CBOT) veremos que los mercados locales (ROFEX y MATBA) tienen
una asignatura pendiente: crecer fuertemente en los próximos años en
derivados agropecuarios.
Durante
el año 2013 se negociaron en el Mercado de Chicago 3.400 millones de
toneladas de trigo, 6.360 millones de toneladas de soja y 8.170 millones
de toneladas de maíz, sumando contratos de futuros y opciones. Tomando
las estimaciones del USDA para la cosecha estadounidense "2013/14", el
volumen operado en CBOT equivalió a negociar 59 veces la producción
anual estadounidense de trigo, 71 veces la de soja y 23 veces la
producción anual de maíz de USA. En ese año, ROFEX y MATBA en forma
conjunta apenas negociaron cerca del 40% de la producción de granos
argentina. No llegaban juntos ni a un monto equivalente a una producción
anual argentina (100/105 millones de toneladas).
Lógicamente
que no podemos comparar un mercado de referencia a nivel mundial como
es Chicago con dos mercados locales sumados como Rofex y MATBA. En el
primero opera el grueso de las finanzas mundiales, con los grandes
hedgers genuinos (principales productores, exportadores, comerciantes e
industrias del mundo) y una gran presencia de especuladores
(principalmente fondos de inversión internacionales). A nuestros
mercados les falta una masa crítica de especuladores que proporcione la
liquidez necesaria para que los hedgers puedan vender y/o comprar
grandes volúmenes con facilidad. Recordemos que ambos jugadores tienen
roles bien definidos y complementarios. Mientras los hedgers buscan
deshacerse del riesgo precio, los especuladores lo asumen tratando de
beneficiarse con los cambios de esos precios. Los especuladores, en
definitiva, son los que facilitan las operaciones de cobertura brindando
liquidez al mercado.
Creemos
que en el futuro mediato con otras condiciones macroeconómicas, con la
aparición de fondos de inversión del exterior e inversores
institucionales, la movilización de capitales locales y una mayor
formación de los que operan genuinamente en el mercado de granos; tanto
Rofex como Matba volverán a operar los volúmenes que registraba en el
año 2013 en derivados agropecuarios y tenderán a hacerlos crecer en el
futuro.
Tampoco
deben esperarse grandes saltos en derivados agropecuarios en el futuro.
Mirando datos algo antiguos (año 2010) vemos que en contratos de soja,
solamente tres mercados de futuros en el mundo superan a los argentinos:
Chicago con 6.400 millones de toneladas, Dalian en China que operó en
ese año 373 millones de toneladas y el de la India con 47 millones de
toneladas. Rofex y MATBA en ese año operaron 23,5 millones de toneladas
en contratos de futuros y opciones de soja. Es más, ROFEX y MATBA juntos
superaron al de Brasil (BM&F/Bovespa) que negoció 2,5 millones de
toneladas, aunque es importante destacar que muchos operadores en Brasil
se cubren directamente en el mercado de referencia mundial: Chicago.
De todos modos, es razonable pensar que los dos mercados de futuros argentinos tienen mucho para crecer en los próximos años.
c) El impacto de nuevas herramientas informáticas: el caso de las plataformas de "acceso directo al mercado" de ROFEX.
Cuando
hablamos del "productor agropecuario argentino" estamos adoptando una
denominación genérica y tan amplia que incluye diversas personas físicas
y jurídicas, sumamente diferentes en su forma de pensar y en sus
modalidades de trabajo, tanto a nivel productivo como comercial. No es
lo mismo el hombre de campo que trabaja su propia chacra con la ayuda de
sus hijos, a una gran empresa agropecuaria o un fondo de inversión o un
gran pool de siembra.
Hacemos
esta referencia inicial para empezar a pensar acerca de cual podría ser
la respuesta de los productores a las nuevas herramientas informáticas
aplicadas a la comercialización que puedan desarrollarse en el futuro.
En tal sentido, ROFEX recientemente ha diseñado la denominada
"Plataforma de acceso directo al mercado". Es una herramienta
informática para aquellos clientes que deseen operar directo con el
mercado, sin perder la gestión de su Agente. Permite negociar productos
ROFEX desde cualquier localización geográfica, con una simple
computadora o una tablet. Es ideal para aquellas operaciones de futuros y
opciones de poca sofisticación y para clientes que deseen operar por si
mismos.
Esto
se enlaza con lo que ya vimos sobre las "estrategias multiproductos".
El productor arriba de su tractor puede hoy con su tablet, comprar o
vender productos agropecuarios y/o financieros tales como: futuros de
soja, maíz y trigo, oro, dólar y petróleo, Futuros de bonos con
delivery, Futuros de índice MERVAL, Títulos valores de renta variable y
renta fija, Lebacs y Nobacs, Fondos Comunes de Inversión, etc. En un
futuro cercano, estas posibilidades serán mayores y serán cada vez más
accesibles debido a un desarrollo tecnológico que avanza a pasos
agigantados.
¿Operarán
en el futuro los productores agropecuarios tradicionales con estas
herramientas informáticas? Muchos opinan que no. Estiman que el hombre
de campo tradicional seguirá orientado hacia las cuestiones productivas,
soslayando los aspectos comerciales o financieros.
Otros,
en cambio, creen que sí las adoptarán. Piensan que a medida de que haya
un cambio generacional y los hijos de muchos productores se vayan
formando y capacitando en temas como futuros, opciones y otros
instrumentos del mercado de capitales; habrá -en los próximos años- una
mayor utilización de todas estas novedosas herramientas. El futuro no
está escrito. Veremos que sucede.
De
todos modos pensemos que cuando la Bolsa de Comercio de Rosario
implementó su Departamento de Capacitación a mediados de la década del
90, no había casi ofertas de cursos sobre temas como comercialización de
granos, calidad, arbitraje, futuros y opciones e instrumentos del
mercado de capitales. Fue una decisión estratégica de la institución
para ayudar a profesionalizar al sector y dotarlo de mayores
conocimientos en el marco de una economía agrícola que ya apuntaba a ser
muy competitiva a nivel mundial. Hoy vemos una gran oferta de cursos,
maestrías y posgrados en estos temas a nivel país. Todo tiende hacia una
mayor especialización. Y la resistencia ha incorporar las herramientas
informáticas y los avances tecnológicos tiende a desaparecer con el
tiempo.
Incluso
pensemos que productos tenía ROFEX o el Mercado Argentino de Valores
(ex Mercado de Valores de Rosario) para ofrecer a los operadores locales
en la década del 90, hace apenas veinte años atrás. Hoy los productores
tienen una variada y enorme cantidad de productos como hemos enumerado
al inicio de esta nota y la semana pasada. Todo tiende a la
sofisticación y a que vayan aumentando las posibilidades tecnológicas
para operar productos diversos. Dentro de 20 o 30 años podríamos mirar
hacia atrás y llegar asombrarnos con los sistemas con los que operamos
actualmente. El mismo asombro que hoy tenemos cuando vemos como se
operaba comercialmente hace 30 años atrás sin teléfonos celulares, o
como era la Hidrovía Paraná-Paraguay en aquellos años, o en las escasas
fábricas aceiteras que operaban en el Gran Rosario, o en la inexistencia
de la soja en los inicios de la década del 70. Parece mentira. Y solo
transcurrieron algunas décadas.