Los
mercados externos del cereal han profundizado su tendencia bajista
durante los últimos días. Las estimaciones de cosecha en la Unión
Europea y los países del Mar Negro se están ajustando a la suba, dejando
cuantiosos saldos exportables a valores competitivos gracias a la
depreciación de las monedas nacionales frente al dólar. A esto se le
suma una cosecha que ha logrado parámetros de calidad satisfactorios,
resultando en una amplia oferta de trigo panificable que inunda el
mercado internacional. Con ello, los países importadores han bajado sus
costos de aprovisionamiento y estabilizado sus inventarios.
En
Estados Unidos la colecta de primavera está a punto de finalizar, con
cierto adelanto respecto del ritmo usual de los trabajos. La
disponibilidad de trigo HRS es mayor que la del año pasado y también la
de variedad HRW, procedente de las siembras de invierno. Sólo en trigos
blandos se detectan problemas de oferta, siendo este el factor que ha
explicado la paridad con la que cotizan los precios de Kansas respecto
de Chicago en la posición disponible, aunque la igualdad se revierte en
los futuros con vencimiento más alejado.
Los
exportadores de Estados Unidos tienen expectativas de que a lo largo de
esta campaña podrán concertar nuevas operaciones de exportación a
Brasil, aprovechando el déficit de oferta que podría generarse en
Sudamérica tras la caída del área sembrada en Argentina, Uruguay y
Paraguay. Hasta el momento el USDA registra embarques ya realizados por
92.000 toneladas, pero compromisos para la campaña en curso por 80.000
toneladas más. Este volumen es pequeño en comparación con el potencial
de negocios a lo largo de toda la campaña. El intercambio entre ambos
países alcanzó un récord superior a 4 M tn durante el ciclo 2013/14.
En
el extremo norte del área triguera de Brasil la cosecha ya comenzó,
mostrando un avance del 10% en el estado de Paraná. La secretaría de
agricultura estatal reportó en la semana que los cultivos se encuentran
en condición buena en el 77% de la superficie. Sin embargo, el avance de
la comercialización es sólo del 5%. En general, los molinos están más
preocupados por verificar la calidad de los granos que en hacer compras,
favorecidos por la buena disponibilidad de inventarios con la que
finalizó la campaña 2014/15. En tanto, en Rio Grande do Sul los cultivos
muestran buena recuperación tras las intensas lluvias de los últimos
meses. Aquí la trilla comenzará en el mes de noviembre.
Durante
la próxima semana la CONAB actualizará sus estadísticas de producción y
lo mismo hará el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
La expectativa es de mayores recortes en la oferta de Sudamérica, aunque
la variable que más preocupa es el contenido de proteína de los granos.
Gran parte del remanente de oferta de Argentina, el principal jugador
de la región, no tendrá buena aptitud panadera. Esto aumentará la
dependencia hacia la nueva cosecha para cubrir las necesidades de
consumo de la región.
En
nuestro país las condiciones climáticas se han estabilizado,
favoreciendo la recuperación de los cultivos afectados por las intensas
lluvias de la primera quincena de agosto. El potencial de pérdida de
superficie es incierto y presenta una alta disparidad por región.
Mientras el norte de la provincia de Buenos Aires luce en mejor
condición para lo que resta de la campaña, en la cuenca del río Salado
las complicaciones son más que preocupantes. A esto hay que sumarle una
extensa superficie que se sembró como cobertura, sin objetivos de
ingresar a comercialización a menos que se produzca un cambio sustancial
en el escenario de mercado, hoy poco probable.
Los
exportadores mantienen una posición neta altamente superavitaria, con
compras en el mercado interno acumuladas por 7,3 M tn y embarques por
sólo 3,4 M. Del stock remanente, aproximadamente la cuarta parte tiene
su precio pendiente de fijación, lo que brinda cobertura ante un
movimiento del tipo de cambio o de las políticas comerciales que
debilitan la cotización. El volumen concedido en ROE Verde durante los
últimos días fue poco significativo y la salida exportadora del cereal
baja proteína del sur de la provincia de Buenos Aires sigue siendo un
interrogante.
Por
el lado de la molinería, sobresalen las dificultades para originar
materia prima de calidad, especialmente en Buenos Aires. Allí hay
compradores que ofrecen precios diferenciales por niveles de gluten de
20 o 22, valores comparativamente bajos en relación a los observados en
la campaña 2013/14. En este contexto, el abastecimiento de la industria
expresado en días de consumo se muestra más débil que a la misma altura
de 2013/14. De hecho, las cifras de la Dirección de Mercados Agrícolas
del Ministerio muestran compras declaradas del ciclo en curso por 4,12 M
tn hasta el 19/08 frente a 4,27 M tn a la misma altura del año pasado,
es decir, unas 150.000 toneladas menos. Son 10 días de retraso en la
adquisición de la materia prima.
Todas
las miradas están puestas en el resultado de la campaña nueva, con
expectativas crecientes de obtener un volumen inferior a 10 millones de
toneladas. De concretarse este escenario, sería la tercera vez en los
últimos cuatro años que la cosecha es de sólo un dígito. La última vez
que había ocurrido esto fue hace más de dos décadas.