Tras la arremetida oficial. La directa en boca de todos

Una semana antes, en el congreso de Aapresid, uno de los ejes centrales había sido el tema de la comunicación.
Fuente de la imagen: 
Clarín

Hector Huergo.- Buen favor le hizo el gobierno al campo, al intentar responsabilizarlo de las inundaciones con el tema de la siembra directa. Lo que logró es colocar la SD en el centro del tablero, permitiendo que los principales comunicadores le dieran el espacio que siempre añoró.

Una semana antes, en el congreso de Aapresid, uno de los ejes centrales había sido el tema de la comunicación. Todos coincidieron en que la asignatura pendiente es cómo lograr que la opinión pública conociese más sobre el campo y su modernidad, convencerlo del uso de buenas prácticas agrícolas, la sustentabilidad.

Todos estaban de acuerdo en el qué, pero no había ideas muy claras sobre el cómo.

Y bueno, la vida te da sorpresas. La calamidad de las inundaciones puso al desnudo la impericia y mala praxis tanto del gobierno nacional como el provincial. Al oficialismo se le alinearon los planetas en contra: con un resultado electoral malo, y con las principales rutas (la 8 y la 9) ya cortadas, el candidato a presidente no tuvo mejor idea que irse a descansar a Italia.

El intendente K de San Antonio de Areco rompió lanzas. En la inundación anterior le había echado la culpa a los countries. Ahora, disparó abruptamente contra la siembra directa y los canales clandestinos, haciendo caso omiso a un cartel de la Nación sobre una obra precaria que rezaba “Finalizado”. El campo comenzó a reaccionar. Explotó twitter, con la indignación de los mejores exponentes de la revolución tecnológica que tiene por abanderada a la siembra directa.

El miércoles a la noche, cuando el ya vapuleado candidato presidencial abordaba su apresurado regreso al país, su vocero, Juan Courel, volvía a la carga con la misma idea: se inundó la provincia porque los suelos “estaban húmedos” por la siembra directa.

Papelón, porque al mismo tiempo decía que Scioli no había viajado. Al día siguiente, el desprestigiado jefe de gabinete insistía con la muletilla.

Pilu Giraudo, titular de Aapresid, salió por varios medios a explicar. Lo mismo Germán di Bella (Aapresid y Fundación Fada) y muchísimos voceros espontáneos remarcaron con vehemencia los beneficios de la SD y la falacia de los argumentos oficiales.

La opinión pública los escuchó. Hoy, la mayoría está convencida de la inoperancia, la falta de planificación y la desidia de un gobierno que espera los eventos para atender a las víctimas. Populismo de manual.

Todo el mundo sabía que afrontábamos un año Niño, lo que significa abundantes precipitaciones. Pero más allá de lo coyuntural de estas oscilaciones, hay evidencia científica respecto al impacto del calentamiento global en la pampa húmeda, como lo corrobora el climatólogo Vicente Barros.

Los eventos extremos, como estas lluvias torrenciales y frecuentes, son una expresión concreta del fenómeno, consecuencia del aumento del tenor de CO2 en la atmósfera. No es un fenómeno local, pero esta certeza ya obligaba a planificar obras de prevención y acciones de mitigación de enorme envergadura. Nada se hizo, salvo abandonar los incipientes y ahora precarios trabajos de la cuenca del Salado.

Pero hay más. El gobierno K apostó todas sus fichas al petróleo, abandonando -no sin pelea interior- el impulso inicial a los biocombustibles. Seducidos por la quimera del shale, expropió las acciones de Repsol y sometió al incipiente sector del biodiesel al riesgo de perder su mejor mercado, el europeo. Sucedió. Quedaba el mercado interno. Kicillof le bajó el precio mientras subían el del gasoil. Lo mismo con el etanol. Biodiesel y etanol, como la siembra directa, significan ahorro de emisiones. Ejemplos para el mundo.

La conducción oficial jamás se planteó la necesidad de compensar las emisiones que, si el negocio avanza, generarán el shale oil y el shale gas. Al revés de la humanidad, estamos sustituyendo energía renovable por energía fósil, mientras la ominosa sombra del agua avanza en la pampa argentina.