Imprevisión, desidia y clases gratis de agronomía. C. Mira



Un productor del oeste bonaerense que está haciendo su plan de siembras para la campaña 2015/16 explicaba en estos días con angustia: "Ya ni en campo propio cierran los números de la soja". En su análisis, entre los precios, que esta semana llegaron a tocar su valor más bajo desde 2009 en Chicago, la presión impositiva y la suba de los gastos de estructura, la falta de rentabilidad no sólo alcanzará a los esquemas de campos alquilados, sino también a quienes siembran en campo propio. "La carga de intereses por las deudas de la campaña pasada y las altas tasas positivas complican como nunca antes", sostenía este productor. "Quizás se salven las zonas agrícolas muy buenas, pero en las zonas con rindes promedio de 20 a 22 quintales es probable que ni siquiera se siembre", añadía.

El peso del aumento de costos es cada vez más alto. Según el informe de Indicadores Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires el valor de los fletes tuvo un incremento de entre 36,6 y 39,5% en julio pasado respecto del mismo mes de 2014. Para los viajes de 20 kilómetros la suba fue de 39,5% y para los de 1000 km 36,6 %. Ésta es una de las razones por las cuales los productores del NOA y del NEA están ahogados. En el Chaco y Salta están protestando en la ruta hace 20 días. En Las Breñas el corte es permanente. Y en Tucumán los productores cañeros instalaron una carpa en la plaza Independencia y también cortaron rutas. ¿Cuál es la respuesta de los gobiernos provinciales? Represión, en el caso del Chaco, y promesas de gestiones ante el gobierno nacional en el caso de Salta.

Esta falta de diálogo es la que impulsa la decisión de tres entidades que componen la Mesa de Enlace -Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro- de convocar a un cese de comercialización de productos agropecuarios -del que se excluye a los perecederos y a los provenientes de zonas inundadas- entre pasado mañana y el viernes próximo. Federación Agraria, por su parte, impulsa su propio plan de protestas, pero, al mismo tiempo organiza reuniones de sus cooperativas asociadas con el ministro de Economía, Axel Kicillof. Una estrategia gremial curiosa.

La cartera de Economía se tomó un mes para empezar a cumplir su promesa de autorizar la exportación de 500.000 toneladas de trigo de baja calidad del sur bonaerense. Es trigo que ya lleva siete u ocho meses de cosechado. Velocidad de gestión. Ni siquiera la necesidad de acrecentar las magras reservas del Banco Central parece inquietar al jefe de la cartera económica.

En el medio de la desidia por enfrentar los problemas reales del agro, que son los del país, cayeron lluvias extraordinarias en buena parte de la provincia de Buenos Aires y de Santa Fe que dejaron al desnudo la imprevisión y el desmanejo de los fondos públicos que caracterizaron al kirchnerismo. El desvío hacia el conurbano de lo recaudado por el Fondo Hídrico, creado en 2001 para realizar obras contra inundaciones dispuesto por Néstor Kirchner volvió a pagar sus consecuencias como ya lo había hecho el año pasado con las inundaciones que castigaron a la cuenca del Salado. Ésas son decisiones políticas que se traducen en el sufrimiento de la gente y en pérdidas económicas.

El Gobierno no tiene la culpa de El Niño, pero sí de actuar como si no existiera. Pasaron más de tres años desde que la presidenta Cristina Kirchner prometió una ley de seguro agrícola y hasta ahora no se conoció el proyecto oficial. Hoy la dirigencia rural tiene que dedicarse a mendigar declaraciones de emergencia y desastre agropecuario que tienen un magro presupuesto de $500 millones que, a diferencia del gasto en publicidad oficial, no se actualiza por inflación.

En el medio, el Gobierno pretende dar clases de agronomía, como la que dio el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, que primero responsabilizó a la siembra directa como uno de los causantes de las inundaciones, luego dijo que lo "interpretaron mal", y finalmente se declaró como su acérrimo defensor. Eso sí, explicó los perjuicios que provoca la falta de rotación con gramíneas al óptimo aprovechamiento de los excesos de lluvia. Sin embargo, no analizó el rol que tuvo la intervención del Gobierno en los mercados de trigo y de maíz para impedir que el sistema de siembra directa se utilice en su totalidad. Será para las lluvias de septiembre y octubre.

maíz
20%

CAÍDA DEL ÁREA

En esa proporción caería la superficie sembrada con el cereal, según la Bolsa de Rosario

la frase
Pedro Vigneau

Vicepresidente de Aapresid

"La siembra directa evita que corra el agua, favorece la infiltración".