En los últimos nueve meses la industria etanolera transfirió más de 750 M/$ al sector petrolero: la mayor parte del “subsidio” proviene del maíz
Por la intervención implementada por el ministro Kicillof.
El ministro de Economía Axel Kicillof –luego de esperar pacientemente que entraran en producción nuevas industrias–
decidió en octubre del año pasado intervenir el mercado de etanol por
medio de la reducción del precio del biocombustible destinado al corte
con nafta.
Entre octubre de 2014 y junio de 2015 se mezclaron con nafta 581,9 millones de litros de etanol, de los cuales un 58.5% se originaron en plantas cuyo insumo principal es el maíz, mientras que el restante 41.5% provino de etanol elaborado en el NOA en base a caña de azúcar (ver planilla)
En el último cuatrimestre de 2014 la compañía estatal YPF mantuvo congelados los precios de venta de la nafta para luego aplicar una reducción del 5% en enero de este año. Aunque a partir de febrero los precios volvieron a aumentar progresivamente hasta superar, en junio pasado, los precios presentes a fines de 2014.
Las industrias elaboradoras de etanol en base a maíz no tuvieron tanta suerte: en dicho período (septiembre de 2014 a junio de 2015) el precio del biocombustible –determinado por Kicillof– descendió un 26.3%, mientras que el valor oficial del etanol cañero cayó un 5.8%. Es decir: buena parte del congelamiento y posterior reducción del valor de la nafta se financió con el subsidio forzoso aportado por la industria etanolera argentina.
Si la misma política de precios implementada por YPF para la nafta se hubiese aplicado para la industria del etanol, en los últimos seis meses las plantas de etanol maiceras habrían recibido 589 millones de pesos más, mientras que los industrias azucareras que producen el biocombustible habrían facturado 167 millones de pesos adicionales. La transferencia de recursos totales –en ese esquema– supera los 757 millones de pesos (ver planilla).
Para decirlo de otra manera: el subsidio forzoso del sector agroindustrial al petrolero –que contribuyó a reducir, en términos reales, el precio interno de la nafta– fue entre octubre de 2014 y junio de 2015 del orden de un promedio mensual de 84 millones de pesos.
La normativa vigente en la Argentina determina que el corte mínimo de etanol con nafta debe ser del 10%, mientras que en Brasil desde marzo de este año el corte del biocombustible con nafta pasó a ser del 27% (salvo en el caso de la nafta premium que permaneció en el 25%).
Entre octubre de 2014 y junio de 2015 se mezclaron con nafta 581,9 millones de litros de etanol, de los cuales un 58.5% se originaron en plantas cuyo insumo principal es el maíz, mientras que el restante 41.5% provino de etanol elaborado en el NOA en base a caña de azúcar (ver planilla)
En el último cuatrimestre de 2014 la compañía estatal YPF mantuvo congelados los precios de venta de la nafta para luego aplicar una reducción del 5% en enero de este año. Aunque a partir de febrero los precios volvieron a aumentar progresivamente hasta superar, en junio pasado, los precios presentes a fines de 2014.
Las industrias elaboradoras de etanol en base a maíz no tuvieron tanta suerte: en dicho período (septiembre de 2014 a junio de 2015) el precio del biocombustible –determinado por Kicillof– descendió un 26.3%, mientras que el valor oficial del etanol cañero cayó un 5.8%. Es decir: buena parte del congelamiento y posterior reducción del valor de la nafta se financió con el subsidio forzoso aportado por la industria etanolera argentina.
Si la misma política de precios implementada por YPF para la nafta se hubiese aplicado para la industria del etanol, en los últimos seis meses las plantas de etanol maiceras habrían recibido 589 millones de pesos más, mientras que los industrias azucareras que producen el biocombustible habrían facturado 167 millones de pesos adicionales. La transferencia de recursos totales –en ese esquema– supera los 757 millones de pesos (ver planilla).
Para decirlo de otra manera: el subsidio forzoso del sector agroindustrial al petrolero –que contribuyó a reducir, en términos reales, el precio interno de la nafta– fue entre octubre de 2014 y junio de 2015 del orden de un promedio mensual de 84 millones de pesos.
La normativa vigente en la Argentina determina que el corte mínimo de etanol con nafta debe ser del 10%, mientras que en Brasil desde marzo de este año el corte del biocombustible con nafta pasó a ser del 27% (salvo en el caso de la nafta premium que permaneció en el 25%).