En Argentina el Estado se lleva el 95% de la renta, en Brasil no llega al 45%

En ambos países se habla de presión impositiva récord. Para los brasileños el campo subsidia a otros sectores que "hacen las cosas muy mal". Por revista Chacra

 Mientras en la Argentina el Estado se lleva casi el 95% de la renta agrícola, en Brasil los impuestos nacionales y regionales no superan el 50% de lo que gana el productor por el trabajo de la tierra. De esta forma los argentinos pagan un 50% más en impuestos que sus colegas de Brasil, colocándolos en una situación internacional menos favorable desde lo competitivos dentro del comercio exterior. Pese a esta situación, y sin embargo, llueven las críticas de parte del sector agropecuario brasileño a la presiente Dilma Rousseff a la que le piden que trabaje más por la rentabilidad de la agricultura de su país.
En la Argentina el peso de los diferentes impuestos e intervenciones estatales sobre el campo continúa creciendo año tras año, llevando a que los productores agropecuarios en distintos puntos del país estén en situación quebranto.
La participación del Estado durante el durante el periodo 2009- 2013 en la renta agrícola saltó de un promedio del 74% - 75%, según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), al actual 93,5%. El motivo de este salto no ha sido el incremento de los impuestos, sino la permanencia de tributos como los derechos de exportación, provenientes de un contexto con un tipo de cambio real alto y buenos precios de los commodities agrícolas, explicaron desde FADA. Hoy la situación es totalmente distinta y los tributos siguen en la superficie.
Cruzando la vereda en un país que compite con la Argentina como Brasil el Estado solo se lleva el 42% de la renta. Así lo expuso días atrás el reconocido experto en agronegocios de Brasil, Marcos Fava Neves, quien disertó en el pasado Congreso de AAPRESID en Rosario. “Los problemas de logística y la burocracia del Estado e mi país son otra contrariedad. El 42% de la renta de los productores va para los impuestos de un Estado que es cada vez más corrupto”, detalló.
De manera similar a lo que sucede en la Argentina, en el país "carioca" desde el agro reclaman que el sector agropecuario no sea el que subsidie a otros sectores menos rentables. “Si el agro debe subsidiar a otros sectores significa que esos ámbitos están haciendo las cosas muy mal”, explicó Fava Neves.
Crítico a los gobiernos de Kirchner y Rousseff el especialista expresó que “el Estado debe entender la estructura productiva de las empresas y reducir los costos”.
¿La alegría es brasileña?
Según Marcos Fava Neves la relación entre el sector agropecuario de su país y el gobierno de Dilma Rousseff es mala, porque al igual de lo que transcurre en gran parte de los países de la región, existen limitaciones para que los productores puedan aumentar su productividad y rentabilidad. Encabezan las dificultades, como en la Argentina, “los precios de los costos de producción que han aumentado mucho en los últimos años, sobre todo aquellos vinculados con los trabajadores. Aunque también hay restricciones ambientales con códigos forestales, y crímenes como robos de hacienda y de carga con el consecuente aumento de los seguros”, expresó.
Yendo a la relación comercial entre Argentina y Brasil Fava Neves resaltó la urgencia en que se bajen “los costos de transacción entre los mismos países y mejorar los sistemas que hacen que hoy muchos productos se queden detenidos en la frontera”.
La cuenta a fin de mes es sencilla: de cada 100 pesos que gana un productor argentino, el Estado se lleva 93 pesos. En cambio en Brasil, de cada 100 reales el Estado se lleva 42. Con realidades distintas aunque similares en varios puntos de sus economías domésticas los productores argentinos y brasileños se unen en el reclamo de más rentabilidad para el sector agropecuario que empuje la inversión. Para esto, y acá o en la China, es necesaria una política de Estado.