El futuro de la comercialización de granos en Argentina. Nota 1. ¿Qué puede suceder con el mercado físico de granos en Rosario? Julio Calzada
El mercado
de granos en un país que produce cereales y oleaginosas como el caso de
Argentina se define como el conjunto de instituciones, instrumentos y
prácticas comerciales orientadas a la transferencia de productos
agrícolas entre agentes económicos. Frecuentemente cuando hablamos del
“mercado de granos propiamente dicho”, nos estamos refiriendo a los
mercados físicos (disponible con entrega efectiva de la mercadería) y a
los de futuros. Ellos son herramientas institucionales fundamentales
para la formación y descubrimiento de los precios de referencia y para
la provisión de información comercial a todo el sector.
La
República Argentina, a diferencia de otros países, ha tenido la fortuna
de contar con mercados concentrados institucionalizados en granos
(tanto físico como de futuros) y de preservarlos en el tiempo. Se trata
de un importante beneficio para el conjunto de los actores de la cadena
granaria: productores, acopios, cooperativas, fábricas, exportadores,
corredores, canjeadores, etc. En lo referido al mercado físico o
disponible, Argentina cuenta con una particularidad. Desde 1860 cuando
nace la “argentina agroexportadora”, se fue constituyendo gradualmente
en Rosario el principal y único mercado de físico de nuestro país. Este
funciona hoy en el ámbito de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Argentina
cuenta también con dos importantes mercados de futuros: el de Rosario
(ROFEX) y el de Buenos Aires (MATBA), mercados centenarios que
contribuyen día a día –con gran eficiencia- a minimizar el riesgo que
generan las fluctuaciones en los precios de los granos. Estos mercados-
en forma conjunta- colaboran diariamente en el proceso de
“descubrimiento de los precios”.
En
la presente nota nos formularemos la siguiente pregunta: ¿hacia donde
puede dirigirse el mercado de granos de la República Argentina en los
próximos años? ¿Cuáles podrían ser las tendencias futuras de la
comercialización de granos en nuestro país?
En
sucesivas notas de este informativo semanal iremos dando algunas
respuestas a estas preguntas bajo una mirada personal sobre esta
cuestión. Vamos a tratar de intuir que escenarios futuros podría darse
en la comercialización de granos en Argentina. En esta primera nota se
aborda el convencimiento de que el mercado físico de granos que opera en
Rosario continuará operando en el futuro.
a) En el futuro continuará funcionando el mercado físico de granos que opera en Rosario
Se
trata de un tema realmente controvertido. Muchos operadores en el
sector vienen opinando y prediciendo que este mercado físico y su
recinto que opera en Rosario podría llegar a desaparecer en el futuro
debido a la tendencia que se observa en otras plazas granarias (caso
Brasil y USA) donde la operatoria comercial ha derivado en electrónica y
no presencial y han subsistido solamente los mercados de futuros
(Chicago en USA y BM&F-Bovespa en Brasil).
El
mercado físico de granos que actualmente funciona en Rosario podría
seguir subsistiendo y operando en el futuro por los siguientes motivos:
a.1)
Porque para el desarrollo económico de un país (y en especial de una
nación como Argentina) es fundamental que los mercados cuenten con
instituciones y organizaciones que le den transparencia y reglas de
juego a su funcionamiento.
Habitualmente no se aprecia ni se ponderan los importantes beneficios
que tiene Argentina por contar con un mercado físico de granos en
Rosario como punto de encuentro de operadores y como un relevante centro
de información. Al existir este lugar físico donde todos los días
pueden encontrarse y operar comercialmente aproximadamente 170
corredores y cooperativas habilitadas y más de 15 compradores, -con
normas y reglas de juego fijadas por la Bolsa de Comercio de Rosario-;
se ha podido generar un fuerte proceso de formación de confianza e
interacción entre los operadores del sector. Los negocios pueden no
cerrarse en el recinto mismo de este mercado, pero su existencia genera
un nivel de conocimiento e interrelación personal entre los operadores
que facilitan la compraventa de granos y el logro de mejores condiciones
comerciales. Este mercado físico permite lograr cotidianamente los
siguientes objetivos:
· Aumentar la confianza e interrelación entre los actores económicos facilitando el armado y cierre de los negocios,
· Garantizar
el cumplimiento de los contratos mediante la registración en Bolsa con
un sistema seguro y ágil de firma electrónica como es CONFIRMA,
· Ayudar
a dirimir las controversias con sistemas extrajudiciales, arbitrales y
de mediación como el implementado por la Cámara Arbitral de Cereales de
Rosario a través de la registración de contratos,
· Contribuir
a generar mayor confianza entre los agentes económicos por la
existencia de un sistema de penalidades para los que incumplan los
negocios pactados,
· Reducir los costes de transacción en las operaciones,
· Propiciar el fortalecimiento de las redes y la cooperación entre los actores,
· Estimular los mecanismos de aprendizaje y de interacción entre los operadores,
· Aumentar
la formación profesional y especialización del sector mediante cursos y
programas como los que brinda el Departamento de Capacitación de la
Bolsa de Comercio de Rosario y el de otros servicios privados
(universitarios y no universitarios) que se han organizado en Rosario
por la existencia del mercado físico de granos en la ciudad,
· Estimular la capacidad empresarial.
· Efectivizar
procesos de asociativismo. En los últimos años numerosos corredores y
agentes de bolsa se han asociado en nuevos emprendimientos a fin de
integrar sus servicios y lograr mayores economías de escala. Sería
difícil lograr un fenómeno de estas características, si no existiera el
mercado físico de granos e instituciones como la Bolsa Rosarina, el
Rofex y el Mercado Argentino de Valores que permanentemente hace
interactuar a los operadores y agentes en el plano personal y comercial.
Dos
corrientes teóricas han sostenido –enfáticamente- la importancia de las
instituciones y organizaciones para el desarrollo económico de un país,
zona o región. Ellas son “La nueva economía institucional” cuyos
autores más conocidos con Williamson (1985, 2002) y North (1990, 1992 y
1998); y “la nueva sociología institucional” (Granovetter, 1985; Streeck
1991; Grabher (1993).
Estas
teorías –en líneas generales- sostienen que un país para crecer y
desarrollarse económica y socialmente tiene que tener instituciones y
organizaciones fuertes. Cuando hablan de “Instituciones” se refieren a
la necesidad de contar con reglas del juego prefijadas, normas formales e
informales, leyes, régimen contractual, esquemas de arbitraje y un
sistema de creencias generalizadas que permite cerrar negocios con
confianza y seguridad, etc.
Al
hablar de “Organizaciones” se refiere a la necesidad de que funcione el
Estado, las Cámaras Empresariales, empresas, Universidades, Bolsas de
Comercio y Cereales, Mercados institucionalizados, Mercados de Futuros y
tribunales de arbitraje, etc.
Evidentemente,
el mercado de granos argentino tiene la suerte de haber alcanzado un
muy buen nivel de funcionamiento con eficientes y eficaces Instituciones
y Organizaciones. En Argentina funcionan seis Bolsas de Cereales con
Cámaras Arbitrales, laboratorios y numerosos servicios para los agentes
económicos. Veamos solamente el funcionamiento de Rosario y las
organizaciones que operan en nuestra plaza: Bolsa de Comercio de Rosario
y su Mercado Físico de Granos de Rosario, Mercado de futuros (Rofex),
Mercado Argentino de Valores (ex Mercado de Valores de Rosario), Cámara
Arbitral de Cereales de Rosario, Centro de Corredores de Rosario, Rosgan
(Mercado Ganadero), Argentina Clearing SA, Rosario Administradora
Sociedad Fiduciaria S.A., Cámara Arbitral de Aceites y Subproductos y el
Tribunal de Arbitraje General.
Todas
estas instituciones brindan importantes servicios y productos y cuentan
con reglas del juego prefijadas compuestas por normas formales e
informales y esquemas de arbitraje, etc. que permite cerrar negocios con
confianza y seguridad.
Argentina
tiene un gran activo con este sistema de organizaciones e
instituciones, el cual debe cuidarse y preservarse. No tiene porqué
darse la experiencia brasileña que extinguió su mercado físico de granos
(en su momento la Bolsa de Mercaderías y Futuros BMF), y quedó
solamente funcionando su mercado electrónico de futuros mediante la
fusión de la BMF – Bovespa.
Es
probable que algunas operaciones comerciales ya no se realicen dentro
del recinto mismo de la Bolsa rosarina. Que se genere alguna pérdida en
el volumen de operaciones en el propio recinto. Esto es propio de los
adelantos tecnológicos y de las nuevas formas de cerrar negocios. Pero
la existencia del mercado físico, las relaciones de confianza que se
generan entre los operadores, la información sobre el mercado que emana
del recinto, sus organizaciones y normas institucionales, etc., serán
claves para que en el futuro tanto Rosario como su mercado físico
continúe siendo una plaza relevante para el comercio de granos
argentino.
Por
otra parte, el mercado físico de granos y la fijación de los precios de
pizarra –en cuanto al descubrimiento de los precios- han logrado
subsanar uno de los inconvenientes que generaban críticas en su
actuación. Con la aparición de la plataforma electrónica denominada “Siogranos” impulsada
por la Secretaria de Agricultura de la Nación hoy es posible a través
de la web verificar los precios a los que se han efectivizado todas
las operaciones de compraventa (“disponible”, “contado”, “forwards”, “a
fijar precio”, “canje”, “directas” u otras modalidades) que conforman
el mercado físico de granos. Ellas deben ser registradas
obligatoriamente en un sistema informático centralizado desarrollado por
los Mercados y Bolsas. La información está disponible por área
geográfica, con lo cual cualquier productor de una zona determinada
puede ingresar a la web y ver los precios a los que se vendió la
mercadería en el día de ayer en su área de operaciones o trabajo.
Lo
que está faltando es tal vez un mayor conocimiento de toda la
información de mercado que esta disponible para el sector.
Recientemente, en una charla sobre este tema en el Congreso de Aapresid
pude comprobar la poca utilización que realizan los productores de esta
importante herramienta que es el SioGranos, una plataforma electrónica
de fácil acceso desde cualquier PC, Tablet o teléfono celular.
El
mercado físico de granos y los mercados de futuros, en materia de
descubrimiento de precios, han ganado un aliado fundamental en el
SioGranos. Y es un avance importante para Argentina en materia de
transparencia y publicidad de los precios, ya que son varias las fuentes
que hoy proveen información al sector: los mercados propiamente dichos
(físico, Rofex, Matba), los precios de pizarra de las Cámaras Arbitrales
y el SioGranos.
Para
que el mercado físico de granos y su recinto puedan seguir funcionando
eficientemente en el futuro se deben incorporar nuevos servicios y
fuentes de información que afiancen la relación personal y comercial de
los operadores y den mayores beneficios a los agentes. Habrá que ver la
postura futura de los compradores en un mercado granario que es
oligopsónico (de pocos adquirentes) y sus decisiones de operar en el
mercado físico.
Aquellos
compradores que no tienen una amplia estructura de acopios e
instalaciones comerciales en el interior del país podrían seguir
utilizando este mercado físico en el futuro para originar mercadería.
Otro aspecto a no dejar de lado es que la capacidad de molienda de soja y
girasol de las fábricas argentinas hoy es muy superior a la
disponibilidad de mercadería. Estos factores deberían favorecer la
utilización futura del recinto.
De
todos modos el desafío está planteado: se trata de consolidar este
mercado físico y su recinto y dotarlo de nuevos instrumentos y servicios
para aumentar los beneficios de operar en él.
a.2)
Porque Argentina -en granos, aceites y subproductos- tiene una mayor
orientación hacia la exportación que otros países competidores como
Brasil o USA, donde proporcionalmente son más importantes los consumos
locales por regiones. En Argentina, las operaciones comerciales del
mercado concentrador de físico de Rosario están orientadas
–principalmente- a que los compradores consigan soja, maíz, trigo,
girasol, etc. para exportarlos como productos sin procesar, o como
harina y aceite de soja y/o biodiesel.
Este
es otro de los factores que nos permite pensar que Argentina va a
seguir teniendo su mercado físico de granos en Rosario en el futuro. En
granos, nuestra nación tiene –comparativamente- una mayor orientación
hacia los mercados externos que otros países como los citados
anteriormente. Veamos rápidamente algunas cifras del mercado de harina
de soja. Estados Unidos consume anualmente cerca de 28 millones de
toneladas de harina de soja y exporta 9 millones. Argentina consume en
su mercado interno 2 millones de toneladas y exporta 30 millones. Brasil
consume internamente 15 millones de toneladas de harina de soja y
exporta 13. Argentina está comparativamente más orientada a la
exportación en este producto, el cual individualmente es el que más
divisas genera a nuestra Balanza Comercial.
Pero
vemos ahora en los cuadros N°1 a 3, la comparación entre la producción y
exportaciones del complejo sojero, maíz y trigo entre Estados Unidos,
Argentina y Brasil. Tomaremos los posibles números de la campaña
2014/2015 con información del USDA y Oil World Statistic Update. En el
cuadro N°1 observamos que Argentina exporta cerca del 72% de su
producción anual de poroto de soja bajo la forma de diversos productos:
poroto de soja, harina y aceite de soja y biodiesel. Brasil
exporta un 70%, mientras que Estados Unidos de América despacha al
exterior el 58%. Tengamos presente que no estamos computando los stocks
iniciales y finales de poroto y los subproductos en la campaña
analizada.
En
el cuadro N°2 vemos las relaciones exportaciones/producción para el
maíz. Claramente nuestro país, con una producción anual del cereal
claramente menor a la brasileña y estadounidense, exporta
proporcionalmente más que Brasil y USA. Argentina despacha al exterior
cerca del 64% de su producción de maíz, en tanto que Brasil exporta el
32% de su producción y Estados Unidos el 13%. Tengamos presente la gran
utilización de maíz que hacen Estados Unidos y Brasil para aportar
combustible a su parque automotor (etanol) y para alimentación animal.
En
el cuadro N°3 vemos la relación para el trigo. A pesar de que Argentina
viene teniendo una producción de trigo sumamente deprimida, nuestro
país lidera el indicador exportaciones /producción. Argentina
despacharía al exterior en la actual campaña 2014/2015 cerca del 44% de
su producción, sin contar las ventas de harina de trigo y otros
subproductos. Brasil exportaría cerca del 28% de su producción y Estados
Unidos el 42%.
Como
vemos en estos tres granos y en sus productos derivados, USA y Brasil
tienen –proporcionalmente- consumos locales por regiones mas elevados
que en Argentina. Y cuando los consumos internos son más importantes,
por lo general, se celebran muchas operaciones comerciales por fuera de
los mercados institucionalizados. Son operaciones entre partes, algunas
de ellas, con algún grado de informalidad. Argentina, en cambio, está
más orientada a la exportación. Esto sucede porque tiene –entre otras
causas- una menor población comparativamente a la de Brasil y USA, un
menor mercado interno, un parque automotor de menor tamaño y porque
recién ahora está empezando a hacer crecer algunos mercados locales como
el de producción de etanol en base a maíz para mezclar con las naftas o
la producción de aves y carne vacuna.
En
Argentina, el mercado físico concentrador en Rosario está orientado
principalmente a la exportación. La mayor parte de las operaciones
comerciales que se celebran obedecen a que los compradores buscan
materia prima (soja y maíz, principalmente) para exportarlas
posteriormente como productos sin procesar (poroto de soja, maíz o
trigo) o como harina de soja, aceite de soja y/o biodiesel. Algunos
indicadores del año 2014 son elocuentes de que Rosario busca mercadería
para su exportación final, aunque gran parte de ella llegue a su zona de
influencia luego de haberse transado comercialmente en otros puntos del
país. Veamos estos indicadores:
· Argentina
embarcó en el año 2014 unos 32 millones de toneladas de granos. Los
puertos del Gran Rosario (“Up River Paraná”) remitieron al exterior 20,4
millones de tn. (65,3% del total).
· El Gran Rosario embarcó el 43% del Trigo Pan que Argentina vendió al exterior en ese año.
· Los
puertos del Gran Rosario despacharon el 27% de los embarques de soja:
(1,9 millones de toneladas sobre un total de 7,2 millones). Bahía Blanca
y Quequén remiten el 55% del poroto de soja de origen argentino.
· El
Gran Rosario despachó al exterior el 100% del sorgo exportado por
Argentina (1.100.000 toneladas) y el 87% del maíz (13,4 millones sobre
un total de 15,4 millones).
· Argentina
embarcó 29,3 millones de toneladas de harinas oleaginosas durante el
2014. Los puertos del Gran Rosario (“Up River Paraná”) remitieron al
exterior 27,7 millones de tn. (95,3% del total). El gran crecimiento de
las exportaciones por el Gran Rosario a partir del año 2013 lo genera la
nueva Planta de RENOVA S.A. localizada en Timbués.
· El 100% del pellets de girasol sale del Gran Rosario: 194.000 toneladas.
· Argentina
embarcó en el 2014 casi 5 millones de toneladas de aceites vegetales.
Los puertos del Gran Rosario (“Up River Paraná”) remitieron al exterior
4,7 millones de tn. (96,5% del total).
· En
aceite de girasol, los embarques desde el Gran Rosario ascendieron a
92.955 toneladas sobre un total de 137.740 toneladas (67,5%).
Esta
tendencia hacia la exportación continuará sin duda en el futuro y se
profundizará porque el Gran Rosario ha incorporado tres nuevas fábricas
de crushing de soja en los últimos 5 años: la
Planta de Noble Argentina S.A. en Timbúes con una capacidad de 9.500
Tn/día, la de Terminal 6 S.A. (20.000 Tn/día) y la de Renova S.A. en
Timbúes con una capacidad de crushing de 20.000 Tn/día. Estas nuevas
plantas generarán mayores demandas de granos para exportación. El
mercado físico de granos de Rosario tiene un importante papel para
cumplir en el futuro junto a ROFEX y MATBA para atender a este segmento
destinado a la exportación.
a.3)
El mercado físico de granos continuaría funcionando en Rosario porque
en esa plaza está fuertemente concentrada la oferta y demanda de granos
de nuestro país.
Hay
un fenómeno estructural que va a continuar en los próximos años y
permite pensar que el mercado físico sobrevivirá en el tiempo. En
Rosario se ha registrado (especialmente desde la profundización de la
hidrovía a partir de 1995 y las fuertes inversiones en puertos y plantas
de crushing) una fuerte concentración de la oferta y la demanda final
de granos. Esto ha sido fundamental para la consolidación del mercado
físico de granos en Rosario a través del tiempo. La soja ha tenido un
papel preponderante como el principal producto negociado en este
mercado, siendo el cultivo más importante para nuestro país como fuente
de generación de divisas.
Observemos con atención estos aspectos, que siempre resaltamos:
• En
la zona núcleo de la Región Pampeana está localizada la mayor parte de
la producción de granos de Argentina. Se estima que el 40% de esta
producción se encuentra muy cerca del Gran Rosario a tan sólo 300 Km de
esta área geográfica. Si se incluyen las provincias del Noroeste y
Noreste argentino, el área de influencia de Rosario se transforma en un
embudo que puede concentrar cerca del 60% de la cosecha de granos de
Argentina.
• Alrededor
del 80% de la capacidad de industrialización de las semillas
oleaginosas del país se localiza en la provincia de Santa Fe;
correspondiendo el 78% al Gran Rosario y su zona de influencia.
• Alrededor
del 80% de las exportaciones de granos, harinas proteicas y aceites
oleaginosos se despachan anualmente desde las terminales del Gran
Rosario. Ya hemos visto algunos datos estadísticos del año 2014.
• El
80% de la capacidad de producción de Biodiesel de Argentina está
concentrada en la Provincia de Santa Fe, principalmente en el Gran
Rosario donde se encuentran las fábricas de mayor tamaño.
• En
el Gran Rosario en 70 Km de costa sobre el Río Paraná que van desde la
localidad de Timbúes y hasta Arroyo Seco se encuentran localizadas
Veintinueve terminales portuarias que operan distintos tipos de cargas,
de las cuales diecinueve (19) despachan granos, aceites y subproductos.
De estos 19 puertos, 12 de ellos tienen plantas de molienda de
oleaginosas anexados a sus terminales portuarias.
Como
puede verse, la oferta y la demanda de granos se concentra en Rosario
por cercanía física y porque allí se encuentran los que compran la
mercadería para procesarla y despacharla al exterior. Como el mercado
físico de Rosario se orienta –principalmente- a conseguir mercadería
para procesarla y luego exportarla, nos parece evidente que continuará
prestando una importante función dentro del esquema comercial granario
en nuestro país. El mercado físico de Rosario, ROFEX y MATBA pueden
complementarse creativamente para atender a este segmento orientado a la
exportación.
a.4)
Argentina puede aumentar fuertemente su producción de granos hacia el
2023/2024, lo cual le permitirá tener mayores excedentes exportables que
podrán ser comercializados en la Plaza Rosario.
Consideramos
que el mercado físico de Rosario tiene altas posibilidades de seguir
ganando volumen de operaciones por las posibilidades que tiene nuestro
país de aumentar su producción de granos en el futuro. De efectivizarse,
esto generaría más mercadería para exportar y por ende –tal vez- un
mayor volumen de operaciones de compraventa en la plaza Rosario.
Recordemos
este dato. La República Argentina en apenas 15 años (entre 1996 y 2011)
duplicó la producción física de granos. De 45 millones de toneladas en
la campaña 1996-1997 pasó a producir 102 millones de toneladas en la
campaña 2010-2011. En la campaña 2014/2015 el MINAGRI estima una
producción de granos del orden de las 120 millones de toneladas. Incide
en este dato, las estimaciones de maíz más elevadas del organismo
oficial.
La
producción en 1996-1997 era de 15 millones de toneladas en soja y 30
millones de toneladas en el resto de los cultivos (trigo, maíz y
girasol). El gran crecimiento en la producción se ha evidenciado con más
fuerza en la Soja, cultivo que cuadruplicó su producción alcanzando las
60 millones de toneladas anuales en la campaña 2014/2015. El resto de
los cultivos (cereales y granos forrajeros) también registraron aumentos
de consideración, duplicándose de 30 millones de toneladas a 60
millones de toneladas en la campaña 2014-2015.
Las
estimaciones de la Fundación INAI (Fundación Instituto para las
Negociaciones Agrícolas Internacionales) relativas a la posible
producción de granos de Argentina para el 2023/2024 son alentadoras. En
el escenario continuación (supuesto que se siguen aplicando las
políticas actuales y se mantiene el actual escenario nacional e
internacional) la producción de granos de nuestro país podría llegar en
el 2023/2024 a 127,9 millones de toneladas. De modificarse las políticas
agropecuarias en nuestro país, es lógico pensar que podríamos llegar a
tener una producción de granos del orden de los 144 millones de
toneladas.
En
otro orden, el Plan Estratégico Alimentario Agroindustrial (PEA) fijo
como meta factible de alcanzar para el año 2019/2020 una producción de
154 millones de toneladas de granos, lo cual traería aparejado un
incremento en la superficie cultivada del 27% en comparación con la
actualidad. Las metas fijadas planteaban la posibilidad de incrementar
la producción de carne porcina en un 193%, de carne aviar en un 88%,
carnes bovina y ovina en alrededor del 40% y la producción láctea en un
76%.
De
confirmarse estos aumentos de producción de granos, habría más
mercadería para exportar y por ende –tal vez- un mayor volumen de
operaciones de compraventa de mercadería en la plaza Rosario. Esto
podría significar mayores operaciones en el mercado físico rosarino.
a.5) El mercado físico tiene mayores posibilidades de ganar operatoria por la atomización de la oferta en Argentina.
En
la medida en que no avance el proceso de concentración en la producción
agrícola en nuestro país, la existencia de un alto número de
productores (especialmente los que trabajan reducidas superficies del
campo) generaría una mayor actividad del corretaje y, por ende, más
operaciones en el recinto del mercado físico o en la plaza Rosario.
Argentina
ya ha evidenciado un fuerte proceso de concentración en los últimos
años, el cual es palpable en el número de explotaciones agropecuarias.
Hoy habría cerca de 100.000 explotaciones menos que en 1988. Según datos
del Censo Nacional Agropecuario en el año 1998 habían 421.221 EAPs y en
el año 2009 las mismas habrían descendido a 276,581 EAPs.
Según
datos no oficiales, en el año 2010 los productores de trigo en nuestro
país habrían sido cerca de 27.000, de los cuales 1700 de ellos
cosecharían el 53% de la producción total de trigo. Otros informes
sostienen que hay 71.000 productores de soja, de los cuales 69.000
unidades económicas producen el 20 % de la producción nacional de soja y
2.000 unidades el 80% restante.
No
hay cifras oficiales. La caída en la rentabilidad en las últimas
campañas ha hecho desaparecer del escenario productivo a algunos pooles
de siembra, fondos de inversión directos y grandes empresas
agropecuarias.
Si
este proceso de concentración no avanza en los próximos años y se
mantiene la estructura actual, podríamos esperar que se mantenga la
atomización de la oferta con mayor presencia del corretaje y mayores
negocios en la plaza Rosario y recinto. Habrá que ver como evoluciona el
fenómeno de los correacopios y la compras del sector cooperativo,
aunque estos actores también operan actualmente en el recinto de
operaciones del mercado físico. En la presente nota no emitimos ningún
juicio de valor respecto del peso de cada operador en el mercado local y
sobre su modalidad actual o futura de comercializar la mercadería.
Simplemente hemos querido reflexionar sobre cual podría ser el escenario
futuro de la plaza Rosario y del recinto de operaciones del mercado
físico de la Bolsa de Comercio de Rosario.