Cuánto gasta el campo argentino para combatir las malezas


Un Estudio de Investigación desarrollado por Adama junto a la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba) junto a la compañía líder en el negocio de los productos fitosanitarios Adama demuestra que el campo argentino destina u$s 1.300 M por año a combatir las malezas resistentes. Este costo que asumen los productores impide una pérdida máxima potencial que podría ser de unos u$s 8.800 M, si la protección no existiera.

Las conclusiones más importantes del estudio fueron contundentes:

#El principal impacto de las malezas resistentes es la reducción de los márgenes del negocio (tanto por mayores costos como por menores ingresos).

#El nivel de infestación del cultivo determina pérdidas de rendimiento en la soja de hasta un 35%, con un 90% de infestación.

#El nivel de infestación se calcula ya sea con una o más malezas.

#El crecimiento de cantidad de malezas en un campo es exponencial, ya que la inacción hace que el nivel de infestación crezca rápidamente de un año al otro, mientras que el impacto en el rendimiento del cultivo se considera lineal hasta el 90% de infestación.

# Dependiendo del nivel de manifestación, la pérdida máxima alcanza las 17 millones de toneladas, que representan una pérdida de divisas para el país de u$s 8.800 M y una recaudación solo en retenciones de u$s 2.500 M en retenciones que no se percibirían, que equivalen al 20% de la recaudación por retenciones a las cadenas de agronegocios en 2013.

El tratamiento de malezas resistentes promedio tiene un costo de u$s 65 por hectárea, de los cuales u$s 43 son para agroquímicos y el resto para labores e IVA Crédito, lo que implica que la aparición de malezas resistentes eleva en un 45% el costo en protección del cultivo y a su vez que incrementan el IVA Crédito en u$s 11, implicando una carga financiera adicional al productor.

Los costos reales para controlar las malezas resistentes son muy inferiores a las pérdidas potenciales. El control nacional de las malezas resistentes implica un u$s 8.800 M para el país, sin embargo los productores no consiguen ver los beneficios con pérdidas de rendimiento inferiores al 8%, y las retenciones y el IVA Crédito elevan este umbral en el que es económicamente eficiente controlar las malezas resistentes.

La inacción frente a las malezas resistentes implica:

#Una diversificación del problema a otros cultivos y expansión significativa de las malezas resistentes.

#Pérdida de calidad de semillas y granos.

#Pérdida de valor de campos por un aumento de costos y por incertidumbre.

#Desgaste de maquinaria (sembradoras y cosechadoras) y horas hombre de limpieza.

El impacto para el productor es nocivo dada la naturaleza explosiva  de las malezas. Si bien puede existir un incentivo a no tratarlas cuando el nivel de infestación es inferior al 20%, es una decisión que no puede posponerse más de un año, dada esta expansión a otros campos y otras regiones del país, pudiendo alcanzar su tratamiento un costo extra de entre un 8% y un 17% del ingreso.