Por Santiago Saenz Valiente
La actual estructura tributaria Argentina erosiona la economía al no respetar
principios esenciales de la Constitución Nacional, tales como la equidad, la no
confiscatoriedad y que los impuestos contemplen la capacidad de contribuir de
cada ciudadano.
Aclaramos que la recaudación de los impuestos nacionales (Ganancias, IVA,
Derechos de Exportación (retenciones), Impuesto al Cheque, etc), se debe
distribuir equitativamente con las provincias. Este régimen denominado
Coparticipación Federal es la base del federalismo, pues permite nivelar el
poder entre las jurisdicciones y la Nación. De ahí su gran importancia.
Es fundamental que en este momento de elecciones los candidatos presenten
propuestas de orden impositivo, por el efecto que tendrían en el desarrollo
económico del país.
Propuestas de modificaciones
- Diseñar un nuevo régimen de coparticipación federal, donde se distribuya
equitativamente la recaudación impositiva y se asignen adecuadamente las
responsabilidades.
- Derogar los derechos de exportación (mal llamadas retenciones) para
todos los granos- la soja en forma escalonada- y los productos de las
economías regionales. Dichos ingresos fiscales son exclusivos de la Nación
afectando la masa coparticipable a las provincias. Este impuesto no es
equitativo, pues omite contemplar los gastos de cada productor y reduce la
recaudación de las provincias al disminuir la base de ganancias e IVA.
- Modificar el impuesto a las ganancias.
Debe corregirse su resultado contemplando la inflación, para exigirlo sobre
renta real y no ficticia.
Cuando hay un aumento de las cotizaciones de granos y ganado, se grava la
denominada ganancia por tenencia, que resulta injusta y debe derogarse ante su
falta de razonabilidad al no provenir de una transacción económica.
Las pérdidas que provienen de la actividad agropecuaria son frecuentes y
cíclicas. Para su compensación con renta de otros periodos debería admitirse se
actualicen en función de la inflación real, procedimiento suspendido desde el
año 1992.
Los saldos a favor del contribuyente se diluyen cada día por la propia
desvalorización de la moneda, siendo imperiosa también su actualización.
Para incentivar la agricultura sustentable y proteger el medio ambiente, se
propone permitir deducciones incrementadas por la adquisición de fertilizantes
para reponer nutrientes.
Para estimular al equipamiento tecnológico del agro, es indispensable
permitir una deducción completa en el periodo de compra de todas las maquinarias
adquiridas o su renovación.
- El IVA es totalmente regresivo pues afecta a los que menos tienen, pero
debería ser neutro para el productor - aunque ello no se cumple-. Los
perjuicios son visibles y manifiestos: efectos financieros de las ventas a
plazo, saldos a favor por la aplicación de su porcentual reducido,
retenciones de IVA con atrasos sustanciales en la devolución por la AFIP,
etc.
El Registro Fiscal de Operadores Granos debe ser derogado, ya que es
absolutamente inequitativo al disponer la AFIP motivos de exclusión o suspensión
totalmente subjetivos. Su funcionamiento produce un perjuicio maléfico al
quitarle el capital de trabajo al productor.
Es de estricta justicia proceder a una devolución automática e inmediata de
los saldos a favor de los contribuyentes, además de permitir sin restricciones
su aplicación al pago de cualquier impuesto propio o por deudas como agente de
retención. También corresponde admitir su compensación con cargas previsionales.
- Debe admitirse el pago a cuenta completo del denominado impuesto al
cheque.
Estos son sólo algunos de los cambios esenciales, que de cumplirse implicaría
un crecimiento exponencial de nuestra economía, sanando las principales heridas
a las que diariamente están expuestos los productores.