Corta vida para el estímulo exportador al maíz

Nicolás Ferrer

De aquí a China, la abundancia es la regla para el maíz en esta temporada. Con reservas abundantes de la campaña 14/15 en nuestra región y una mejora en las perspectivas para la próxima cosecha en el hemisferio norte, los precios empiezan su senda correctora hacia un nivel que haga del grano más atrayente para los compradores. En el plano doméstico, las actividades demandantes no tienen un pasar mucho mejor que el de los productores agrícolas, con las industrias cárnicas y lácteas sufriendo el efecto que el atraso cambiario y el estancamiento del consumo interno tiene sobre el valor de su producción. Añadiendo el yugo que ejercen las improvisadas restricciones a la comercialización del grano no sorprende la austeridad de los planteos de cara al inicio de la siembra.

El alza en los valores ofrecidos en la plaza local tras la extensión por 4 millones de toneladas del cupo de exportación hacia un total de 15,5 millones de toneladas el día miércoles de la semana pasada trajo una sensible pero transitoria mejora en las ofertas de compra, llevándolas momentáneamente por encima de los $950 la tonelada. El hecho es que de acuerdo a datos oficiales, al 15/07 los exportadores tenían compradas unas 13,38 millones de toneladas del grano, con lo cual ya poseían casi la mitad de la apertura adicional. De allí el efecto haya sido tan limitado y las protestas con respecto al volumen habilitado generalizadas. En la apertura anterior, a fines de abril, los exportadores tenían apenas un quinto del nuevo cupo comprado, por lo cual la mejora en los precios fue algo más duradera.



De la mano de la caída de las cotizaciones a nivel internacional y bajo la limitada necesidad de los compradores, los valores ofrecidos en la plaza local por la exportación en condición disponible volvieron a tener un límite superior de $900 la tonelada por el maíz grado 2 puesto en San Lorenzo sin descarga, pero disminuyendo hasta los $870 por la mercadería con descarga en General San Martín. Diferir la entrega hasta octubre representaba una mejora de entre u$s 10 y u$s 12 por tonelada, mientras que por entregas entre marzo y mayo del próximo año se podía pagar hasta u$s 125 dólares la tonelada. Según SIO-Granos, tan sólo unas 350 mil toneladas habrían sido intercambiadas en la semana con entrega en el transcurso de este año, reflejando el empeoramiento de las ofertas.

Los últimos días estuvieron lejos de resultar favorables para el maíz en la CBOT. Cinco jornadas sin presentar ganancias significativas resultaron en la semana de mayores pérdidas en más de un año, con una caída de casi u$s 10 por tonelada en la posición agosto. El grueso de la misma tuvo lugar el día lunes tras la llegada de temperaturas más altas y un nivel moderado de precipitaciones que favorece el desarrollo apropiado de la floración del maíz en el Medio Oeste. El Departamento de Agricultura norteamericano corroboró lo esperado en su informe semanal, mostrando un 69% de los cultivos en condiciones buenas a excelentes, incluso con un aumento de esta última calificación en un 2% en desmedro de una reducción del porcentaje en buen estado. De no mediar un fenómeno climático extremo durante el fin de semana, existen expectativas de que el día lunes veamos una mejora adicional en las calificaciones.

Como ya fuese anticipado en el informe de la semana anterior de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, la intención de siembra de maíz temprano para la próxima campaña en la zona núcleo representaría una caída interanual del 40% en el área implantada. Se comenta que aquellos que dispongan del capital y la infraestructura necesaria podrían favorecer planteos de mayor valor agregado, pero la realidad es que una de las razones para la fuerte depresión en el valor del maíz es la dificultosa situación que atraviesan la ganadería y la lechería. La divergencia entre los valores internos como consecuencia del atraso cambiario y los impedimentos a la comercialización de toda la cadena es notable. Mientras que en Chicago el valor del futuro de maíz con entrega en septiembre se encuentra un 9% por encima de aquel contrato con vencimiento en el mismo mes del año pasado, en ROFEX la misma comparación resulta en una caída interanual de casi el 23%.

La difícil situación en distintas cadenas agroindustriales son mencionadas por sus protagonistas desde hace algún tiempo ya. Todas sufren de un fenómeno común con la producción agrícola: el precio que recibe el productor es apenas suficiente para afrontar los costos. Muchos probablemente estarían en situación más que crítica de tener el precio actual del maíz que pone un techo al costo del forraje. Con esto no queremos decir que dichas actividades sean artificialmente sostenidas, pero sí que hay una situación que afecta a toda la cadena de valor. La demanda interna se encuentra totalmente satisfecha con el consumo de carnes, encontrándose en máximos históricos, mientras que los precios de la leche a nivel internacional se encuentran por el suelo. De las actividades ganaderas tal vez la bovina es la que mayor potencial presenta, con mayor competitividad y acceso a nivel internacional. Queda claro que por más de que existan reclamos puntuales, la reforma necesaria para revitalizar al agro debe ser universal, de lo contrario su sustentabilidad no estará garantizada.